lunes, 6 de agosto de 2007

Contrariedades e Idiotas mal parados

A los atractivos de caminar en medio de una calle, contemplando el paisaje, las vitrinas y la gente que pasa, su suma los de obsevar de vez en cuando una cara bonita, una figura ligera y graciosa de una mujer al otro lado de la acera. Pero justo en el momento que usted de la detecta y se detiene para verla en detalle, aparece un despistado y desgarbado transeunte que se ubica justo entre la bella y fugaz aparición y usted, que intenta mirarla.

El fulano soñoliento se rasca la cabeza, mira para todos lados y no se decide a avanzar o restroceder, simplemente permanece ahí, como un gran idiota para desazón e incomodidad nuestra. Y justo cuando al fin se mueve, comprobamos que la mujer se ha esfumado para siempre, como una estrella fugaz.

¿No le ha pasado?