viernes, 7 de enero de 2011

¿Por qué mataron a Cuchillo si era tan buen muchacho?

¿Se puede destruir la eticidad propia de un pueblo para crear una sociedad sin ética?, se pregunta Rodolfo Kusch. Había respondido antes Manuel González Prada: “Le conservamos en la ignorancia y la servidumbre, le envilecemos en el cuartel, le embrutecemos con el alcohol”, lo cual traduciría: Iglesia, milicia y trago.

Bautizado en la pira bautismal por el Santos de moda como “el asesino de asesinos” escamoteándole el mote que tenía de “Cuchillo”, del cual se había hecho adjudicatario por matar a sangre fría mediante el degüello de sus víctimas, este hijo legitimo de la católica sociedad colombiana se había formado en la milicia regular de país, o sea, el Ejército. Era sindicado por las autoridades de la responsabilidad de unas 3.000 muertes –su amigo y antiguo jefe Jorge Pirata que reside en la Modelo precisó la cifra en 1.500, cifra modesta pero de vinculación directa- y responsable de una 10.000 desplazados.

En su huida, tuvo responsabilidad etilica el wishky Chivas 20 años que lo sumergió en el caño Siare con su pistola de cachas de oro con incrustaciones de diamante, en inmediaciones de los Departamentos del Meta y el Guaviare, corroborando el principio filosófico del maestro Hair Leal de que “el que a hierro mata a hierro muere pero puede resultar ahogado".

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